Hace 7 años...

Hace 7 años empezamos esta aventura. Hace 7 años no tenía idea de que tan lejos podíamos llegar, solo sabía que mi meta era que mi tienda sobreviviera los famosos 5 años de “la curva de vida” de cualquier negocio en México. Lo demás, se daría sobre la marcha. Y asi empecé, a los 21 años con una cajita pequeña que me llenaba de orgullo por el simple hecho de saber que dependía de mi qué tanto quería lograr con ella. Desde que tengo memoria mis papás me metieron en la cabeza que yo iba a ser una empresaria (aun no me considero una, no me mal interpreten), siempre decían que me apoyarían para que pusiera mi negocio cuando tuviera edad suficiente. Y así lo creí siempre. Cuando estaba en la primaria, tenía una cajita verde con rojo en donde guardaba mis hilos, canutillo y shakira con la que hacía pulseras y anillos para venderles a mis amigas. La pulsera costaba $14 pesos y el anillo $7, si pedías el juego completo te daba el anillo a $3. Recuerdo un día que salí de la escuela y mi mamá me preguntó cómo me había ido con la venta, súper orgullosa le contesté que había vendido mucho y le enseñe $27 pesos al subirme al carro. Mucho tiempo después, cuando tenía 21 años, estaba sentada en la cocina con mi mamá después de comer y me pregunto por qué no ponía mi negocio relacionado a los accesorios. En ese entonces yo estudiaba y al mismo tiempo trabajaba en una tienda de accesorios muy conocida en Hermosillo. Sentí ese miedo que se combina con emoción cuando sabes que es una buena idea y un gran reto pero dije va! Hablo con el dueño de la tienda y le propongo que me dé una franquicia para iniciar mi propio negocio. Me paré de la mesa, llamé a la tienda y pregunté si el dueño me podía atender. Y si, me alisté pensando que si me veía segura de mi misma y le hacía una buena propuesta, el aceptaría. Hablando de trabajo, nunca me siento más segura que cuando traigo tacones puestos, obvio me puse los que más me gustaban y así me fui a mi cita. Muy nerviosa pero muy segura de que me iban a dar el Sí. Asi fue. Estoy eternamente agradecida con esta persona que me ayudó a impulsar mi negocio desde 0. Una estudiante de 21 años ¿cuántos ahorros podía tener en su cuenta? Cero pesos. Él me apoyó prestándome el mobiliario de la tienda y yo pedí un préstamo al banco que no tenía ni idea de cómo iba a pagar, pero como les digo: todo sale sobre la marcha, el chiste es iniciar! Asi duré con esta franquicia 4 meses, cuando me di cuenta que el mercado pedía cosas nuevas y diferentes. Era cuando se estaba poniendo de moda los Maxi collares de piedras grandes y llamativas y las políticas de la concesión no me permitían agregar este tipo de productos. Pero ¿cómo no iba a escuchar lo que mis clientes pedían?¿qué iba a pasar si no ofrecía lo que estaba de moda?¿me iban a dejar de comprar?¿ya no les iba a llamar la atención lo que tenía? Lo único que podía pensar era que no iba a poder salir adelante. Fueron semanas en las que no dormía por que tenía que tomar una decisión: dejar la franquicia o agregar estos productos a escondidas. Y ¿qué creen que hice? Los agregué a escondidas y entonces no podía dormir del miedo que me daba que descubrieran jajaja. Pero bueno, todo negocio lleva riesgos ¿no? Por otra parte, me sentía super contenta de que mis clientas ahora si encontraban lo que buscaban. A este nuevo catálogo de productos, que tenían que ser muy diferentes a lo que ya manejaba, le llamé Agua de Coco. Yo quería un nombre que se identificara conmigo. Los que me conocen saben que amo la playa y no hay nada que me haga más feliz que estar en el mar. Tenía que ser un nombre diferente, que llamara la atención, que a los clientes se les quedará en la mente ¿cómo logras eso? Siendo disruptivo. Y lo logré, con el simple hecho de que pregunten ¿por qué el nombre? Sabes que ya se les quedó grabado en la mente. Un mes después de aventarme a crear mi propia marca de accesorios, el dueño de la franquicia llegó y me dijo que no podíamos seguir con la relación de negocios. Para ese entonces mis clientes ya buscaban más a Agua de Coco que la marca anterior y para ser sincera, no tuve miedo de que me “quitaran” lo que no era mío. Yo estaba segura de que mis productos eran de la mejor calidad, que seguían los patrones de moda de ese momento y sabía que mi propuesta e idea de negocio era buena. Le pedí tiempo para poder comprarle los muebles que me había prestado, en tan pocos meses claramente no me había capitalizado como para hacer el cambio de golpe. Él fue un ángel que me ayudó a despegar. Aceptó mis plazos de pago y ahora sí, Agua de Coco Accesorios era 100% mía. ¡Qué felicidad! Tal vez si no hubiera estado en esa situación no me hubiera animado a iniciar mi camino independiente y muy probablemente hubiera cerrado en menos de un año. Con el tiempo fui agarrando mayor experiencia, fui descubriendo exposiciones a nivel nacional, conociendo proveedores, mano de obra mexicana y poco a poco hemos ido creciendo hasta llegar a ser lo que somos hoy. Es impresionante voltear para atrás y ver el camino recorrido. Es más emocionante aun saber que tengo un largo camino por recorrer. Pero aquí estoy! En el lugar correcto, en el tiempo perfecto y con todas las ganas de crecer cada vez más. Hoy cumplimos 7 años y hoy con mucha emoción abrimos nuestra tienda en línea. Agua de Coco lista para llegar a toda la República Mexicana. Dense una vuelta y cuéntenme qué les parece www.shopaguadecoco.com Besos, Argen.

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